Las fachadas de doble piel están revolucionando el diseño arquitectónico al combinar elementos estéticos y funcionales en un solo sistema. Una técnica innovadora para crear este tipo de fachadas es la combinación de muro cortina con metal deployé, al ofrecer una apariencia contemporánea con importantes beneficios en materia de eficiencia energética. En este artículo exploraremos en profundidad este tipo de fachadas, analizando sus características, ventajas y aplicaciones.

Fachadas de doble piel: una visión general

Las fachadas de doble piel son sistemas constructivos compuestos por dos capas externas independientes. Estas capas, generalmente hechas de materiales como el vidrio y el acero o aluminio, se colocan a cierta distancia una de la otra, creando una cámara de aire.

La capa interior suele ser un muro cortina de vidrio y la exterior, un metal deployé, una especie de malla metálica formada por pequeños orificios distribuidos de manera uniforme. Esta última capa proporciona un aspecto estético distintivo y vanguardista al edificio, gracias al patrón de perforaciones, que permite crear diseños personalizados y únicos. Pero más allá de eso, actúa como barrera de protección contra los elementos climáticos, regulando la entrada de luz natural y aislando contra la lluvia y el viento, al tiempo que se permite una adecuada circulación del aire.

Fachadas de doble piel con muro cortina y metal deplayé

Muro cortina, el componente esencial de la doble piel

Atendiendo a sus prestaciones, el uso de muros cortina en fachadas se basa en la capacidad del vidrio para permitir la entrada de luz natural, creando ambientes interiores agradables y luminosos que contribuyen a la reducción de la necesidad de iluminación artificial durante el día, lo que se traduce en un ahorro de energía significativo.

Por si esto fuera poco, el uso del vidrio en fachadas crea una sensación de continuidad entre interiores y exteriores, facilitando la interacción con el entorno, lo que desde siempre ha sido muy apreciado para edificios de uso terciario con vistas impresionantes, es decir, de altura. Pero la transparencia también plantea otros problemas, como la luminosidad excesiva, los brillos, los contrastes y hasta los deslumbramientos.

El vidrio es, además, un material conductor de calor, lo que significa que permite la transferencia térmica hacia el exterior en invierno y hacia el interior en verano, al tratarse de una superficie que recoge el calor del sol. Si bien los vidrios utilizados en los actuales muros cortina cuentan con un magnífico aislamiento térmico, no cabe duda que influyen en la eficiencia energética del edificio, aumentando los costes de calefacción y refrigeración.

Y es por ello que, para eliminar esta desventaja, hace un tiempo que empezó a incorporarse a los muro cortina una doble piel semitransparente por la parte exterior del vidrio, de modo que así se reduce la transferencia de las radiaciones solares hacia el interior del edificio.

Metal deployé, agregando textura y estilo a la fachada

Las configuraciones de doble piel pueden consistir en chapa perforada o en metal deployé. La primera son láminas metálicas que ha sido perforadas con orificios que siguen un patrón específico (círculos, cuadrados, hexágonos, etc…) y el metal deployé son láminas de metal que se han sometido a un proceso de estiramiento y deformación para crear los patrones de malla abierta.

La principal diferencia entre la chapa perforada y el metal deplayé radica en su estructura y apariencia. El metal deplayé se caracteriza por tener una estructura más abierta y tridimensional (dado que los orificios se han creado mediante el estiramiento y la deformación de la lámina metálica). Las chapas perforadas, por contra, tienen una apariencia más plana y bidimensional (dado que los orificios se han creado mediante perforación de la lámina metálica). Pero, como ventaja, su aspecto es más solido y uniforme que el metal deplayé, ofreciendo una enorme variedad de diseños y patrones.

En todo caso el metal deployé es un material más económico que la chapa perforada, fundamentalmente porque no genera desechos.

Fachadas de doble piel con muro cortina y metal deplayé

Ventajas de la combinación de muro cortina y metal deployé

Como ya has podido hacerte a la idea, la integración de muro cortina y metal deployé en las fachadas de doble piel ofrece diversas ventajas. En primer lugar, mejora el rendimiento térmico del edificio, reduciendo la transferencia de calor y frío, lo que se traduce en un ahorro de energía significativo y una mayor eficiencia en la climatización de los interiores.

Por otro lado, y en segundo lugar, añadir una segunda piel al muro cortina permite un mayor control de la entrada de la luz natural, sin renunciar a las vistas, creando así espacios interiores más cómodos y saludables. Además, la combinación de ambas soluciones agrega privacidad, al tiempo que se facilita la ventilación del edificio, y todo ello sin contar con las posibilidades estéticas que les ofrece a los arquitectos el poner una piel metálica semitransparente para “vestir” su proyecto.

Alcalá Data Center Campus, un ejemplo en el que se combina muro cortina y deplayé

Alcalá Data Center, y en concreto su nuevo ADC2, se ha convertido ya en una referencia de fachada de doble piel en la que se combina muro cortina y metal deployé y constituye un fantástico ejemplo para ilustrar este artículo.

Para acometer esta fachada se contó con Acyf Construcción, dado que sus soluciones de fachadas respondían a los altos estándares de funcionalidad y eficiencia energética exigidos por Nabiax, la compañía de centros de datos de Asterión y Telefónica, propietaria del data center de Alcalá de Henares (Madrid).

Y Acyf Construcción volvió a confiar en Meka 3 para la realización de este proyecto, lo que vuelve a ser motivo de orgullo para nosotros. ¡¡¡Por muchos años y muchos proyectos más!!!