En la elección de los materiales para el revestimiento de fachadas ventiladas es fundamental considerar aspectos como la garantía, la vida útil y la durabilidad. Estos factores juegan un papel crucial en la selección de materiales que, no sólo brinden un aspecto estético atractivo –en función del precio metro cuadrado, que también es importante–, sino también una protección duradera para los edificios. Y este asunto, la relación entre garantía y vida útil o durabilidad de los materiales de fachada ha retomado actualidad con la noticia de que Cosentino acaba de ampliar a 25 años la garantía de su superficie ultracompacta Dekton, que hasta la fecha contaba, como la mayoría de los materiales para fachada, con una garantía material de 10 años.

Ampliación de garantía = más confianza en el producto

Que un fabricante decida prolongar su garantía de 10 a 25 años refleja, no cabe duda, la confianza que tiene en la calidad y el rendimiento de su producto. Confianza, por supuesto, que trata de trasladarse a los clientes, al brindar en ellos una mayor protección y tranquilidad en el caso de que surjan problemas o defectos de producto.

Aumenta así también la percepción de calidad, pues subjetivamente todos tenemos en nuestra mente que una garantía prolongada es sinónimo de material fabricado para durar. De esta manera, y aunque Cosentino asume un compromiso financiero y de recursos, al asumir los costos asociados con posibles reclamaciones de garantía durante un periodo muy largo –lo que no deja de ser un riesgo comercial para cualquier fabricante–, asegura a sus clientes una mayor protección y respaldo, que en términos de negocio suele traducirse en lealtad y fidelidad a la marca, debido a la experiencia positiva y la tranquilidad que brinda una garantía más larga.

Garantía vs vida útil

Sin embargo, es importante entender la diferencia entre la garantía y la vida útil de los materiales para fachada. Porque mientras la primera responde al compromiso del fabricante de reparar o reemplazar el producto en caso de defectos durante el periodo específico indicado, la vida útil se refiere al tiempo estimado durante el cual se espera que el material mantenga, sin alterarse, sus características y propiedades, antes de que sea necesario realizar mantenimientos o sustituciones, debido al desgaste o al deterioro.

La vida útil hace referencia, por tanto, a la durabilidad de los materiales de fachada, es decir, a la capacidad de los materiales para resistir el desgaste, los daños, el envejecimiento y mantener su rendimiento a lo largo del tiempo. Se relaciona, de esta manera, con la resistencia y la capacidad del material para mantener sus características funcionales y estéticas, a pesar, de estar expuesto a factores como el clima y el paso de los años.

En este sentido, y aunque garantía y vida útil sean términos interconectados, la primera suele ser más corta que la primera. Y el mismo Dekton de Cosentino sirve como fantástico ejemplo para ilustrarlo.

Este material, que es la evolución para exterior de las encimeras de cocina Silestone, es una piedra artificial, mezcla de más de 20 minerales ultracompactados, muy resistente a la abrasión, los arañazos e impactos con una porosidad extremadamente baja. Aunque altamente resistente al agua, el reto al empezar a fabricarse como material para fachadas fue que no amarillease allí donde llueve mucho. Es decir, que pese a su resistencia, le faltaba durabilidad. Algo que ahora, gracias a la innovación tecnológica, se ha logrado y que Consentino garantiza con la ampliación de garantía. Pese a ello, en sus Análisis de Ciclos de Vida (ACV) se ha considerado una vida útil del producto de 50 años.

Vida útil de los materiales de fachada

Lo mismo ocurre con otros materiales para fachada ventilada:

Fibrocemento: este material compuesto por cemento y fibras naturales o sintéticas es conocido por su resistencia al fuego y a los cambios climáticos. Se estima que tiene una vida útil de 30 a 50 años, dependiendo del mantenimiento y las condiciones ambientales.

Composite de aluminio: Ligero y resistente, compuesto por capas de aluminio y núcleo de polietileno, se estima que tiene una vida útil superior a los 30 años, dependiendo de la calidad del mismo y el mantenimiento que se le dé.

Solid Surface: Este material compuesto por minerales naturales y resinas acrílicas destaca por su resistencia a las manchas e impactos. Se estima que tiene una vida útil similar al fibrocemento, alcanzado los 30 a 50 años con el mantenimiento adecuado.

Son solo estimaciones, porque la vida útil real puede verse influenciada por muchos factores específicos de cada proyecto. Y sobre todo por un buen uso y trabajo con los materiales, en todas sus fases, incluyendo la de corte y mecanizado que, en Meka3, cuidamos especialmente para dotarles de una larga durabilidad a los materiales de fachada. ¡Hasta la próxima!